¿QUE SON LOS HÁBITOS DE ESTUDIO?
Un hábito es cualquier acto adquirido por la experiencia y realizado regular y automáticamente. Es una práctica o costumbre que realizas con frecuencia. Los antiguos filósofos decían que el hábito es una "segunda naturaleza"; eso significa que la naturaleza del hombre se enriquece o empobrece, se perfecciona o se denigra, con el hábito.
Hay hábitos malos y buenos. Como ejemplo de hábitos malos podríamos mencionar el hecho de fumar, comerse las uñas, hablar demasiado (sin escuchar), dejar todo para después o echarle la culpa a los demás. Date cuenta y verás que las personas que tienen estos hábitos lo hacen todo el tiempo. Ejemplo de hábitos buenos son la puntualidad, la responsabilidad, el orden y la limpieza.
Los buenos hábitos serán la clave del éxito en todas las áreas de tu vida. Hoy los puedes aplicar como estudiante pero el día de mañana también te servirán como trabajador, profe sionista empresario o padre de familia. Si deseas tener éxito, lo podrás lograr llenándote de buenos hábitos que te encaminen hacia ese objetivo.
Hay hábitos malos y buenos. Como ejemplo de hábitos malos podríamos mencionar el hecho de fumar, comerse las uñas, hablar demasiado (sin escuchar), dejar todo para después o echarle la culpa a los demás. Date cuenta y verás que las personas que tienen estos hábitos lo hacen todo el tiempo. Ejemplo de hábitos buenos son la puntualidad, la responsabilidad, el orden y la limpieza.
Los buenos hábitos serán la clave del éxito en todas las áreas de tu vida. Hoy los puedes aplicar como estudiante pero el día de mañana también te servirán como trabajador, profe sionista empresario o padre de familia. Si deseas tener éxito, lo podrás lograr llenándote de buenos hábitos que te encaminen hacia ese objetivo.
Comienza poco a poco. Tal como alguien que recién desea comenzar a levantar pesas no puede levantar grandes cantidades de peso, asimismo un estudiante que no ha desarrollado el hábito de estudios no podrá comenzar dedicando una gran cantidad de horas a este cometido. Tal como sucede cuando hacemos una dieta, debemos empezar de a poco, paso a paso, para ir desarrollando el hábito y evitar frustraciones. La cantidad de tiempo que establezcas debe ser realista a tu capacidad. Una vez que logres una rutina constante puedes comenzar a aumentar el tiempo dedicado al estudio

Establece prioridades. Organizar tu tiempo te ayudará a cumplir con cada una de las exigencias académicas que debes enfrentar. Esto implicará no perder el tiempo en otras actividades de menor importancia. Por ejemplo, si te invitan a jugar un partido de futbol, pero debes estudiar, deberás priorizar lo más importante. No inventes tiempos que no tienes. El error más común es engañarnos a nosotros mismos: “iré a jugar y al regreso seguiré estudiando” cuando lo más probable es que regreses muy agotado y habrás perdido horas valiosas de estudio.

Establece objetivos y metas. El establecer objetivos y metas es útil para medir tus avances. Los objetivos deben ser claros, concretos y realistas. Por ejemplo, siempre existen asignaturas que nos resultan más difíciles que otras, por tanto un objetivo podría ser el siguiente: “Mejorar mi rendimiento en la asignatura de matemática estadística”.
Por otro lado, las metas representan los pasos que te permitirán alcanzar tus objetivos. Siguiendo el ejemplo anterior una meta podría ser: “Subir en 5 puntos mi promedio en relación con el semestre anterior”
El establecimiento de objetivos y metas, además de servir como un medio de medición de tus avances, funcionará como un componente motivador al ver como mejorarán tus resultados.
Organiza tus horarios. Distribuye un tiempo determinado a lo largo de la semana. Puede ser todos los días o tres veces por semana, lo importante es que cumplas sistemáticamente con las horas programadas para el estudio. Esto te permitirá tener tiempo libre para otras actividades.

Elige un horario en el cual te encuentres más activo o más cómodo. Lo ideal es que no haya demasiadas distracciones, tales como televisión, ruidos, olores, entre otras. Busca un lugar ordenado, bien aireado y con buena iluminación. Procura tener un asiento cómodo.
Revisa todo los días tus apuntes. Esto te ayudará a estar al día y con la información fresca. Te permitirá además, interiorizar mejor los contenidos y aprender con mayor facilidad la información nueva.

Cuando te den un trabajo procura comenzar a trabajar en él de inmediato. No dejes pasar mucho tiempo, lo ideal es que comiences al otro día con la tarea dada, de esta forma podrás recabar toda la información necesaria con calma y evitarás estresarte. Puedes dividir el trabajo en sub-tareas, lo cual te permitirá avanzar paso a paso con cada etapa sin agobiarte de sobremanera.

Toma tiempos de descanso. Entre cada tiempo de estudio es recomendable que te des pequeños descansos de 5 a 10 minutos, lo cual te ayudará a procesar mejor la información que estas recibiendo y continuar de manera más despejada con el resto de estudio que aun queda.

Lee de manera constante. Uno de los principales problemas de muchos estudiantes es la falta del hábito de lectura. Después de tanto tiempo sin leer, llegan a la enseñanza superior y se encuentran con textos abundantes en información y con un nivel de exigencia que los sobrepasa y termina por frustrarlos. Por tanto, es importante que te ejercites constantemente en la lectura.

Lee de manera comprensiva. No avances en la lectura si no estás entendiendo lo que lees. Ciertas veces es bueno memorizar, no obstante, no sirve de nada si no estás comprendiendo la idea central del contenido que estás leyendo.
HÁBITOS QUE UTILIZO
Comienza poco a poco.
(50/100)
Lee de manera comprensiva
(60/100)
Lee de manera constante
(30/100)
Toma tiempos de descanso
(70/100)
Cuando te den un trabajo procura comenzar a trabajar en él de inmediato
(45/100)
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